Una alternativa al turismo común es visitar pueblos abandonados.
Se trata de conocer espacios antiguamente habitados. Estos lugares, por la migración a las ciudades durante la década de los 60 y 70 en busca de trabajo o mejores oportunidades, ahora están abandonados.
En España hay cerca de 3000 pueblos en los que hoy nadie vive.
Sin embargo, algunas de estas localidades despobladas están siendo compradas y rehabilitadas por iniciativas privadas. Su finalidad es destinarlas al turismo. Estos pequeños pueblos se convertirán en granjas escuelas, ecoaldeas, museos etnográficos o retiros para aprender idiomas.
Así, estos pueblos recibirán la vida que perdieron hace más de 40 años.
Este es el caso de Matavenero, en León e Ibort, en Huesca, una de las regiones que mayor aglomeración de pueblos deshabitados tiene España.
Estas aldeas se encuentran, sobre todo, en áreas montañosas, lo que para el turismo rural es un gran atractivo.
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Foto: Vía Flickr
Este caserio, tambien en ruina, cuyos elementos de construccion principales son el adobe y el ladrillo cocido, esta muy concentrado, con las casas pegadas unas a otras. Podemos aprovechar para recorrer el pueblo; en sus mejores dias el nucleo debia de resultar imponente por el tamano de sus casas.