Cuando hablamos de senderismo estamos hablando de un deporte que no requiere de un gran estado de forma física por lo general aunque si se desea se pueden encontrar trekkings verdaderamente duros, como son los que se pueden hacer en Nepal en las estribaciones del Himalaya. De todos modos, toda la resistencia física que hayamos atesorado nunca nos vendrá demás.
Conviene tener en cuenta que para practicar senderismo nada mejor que utilizar ropa cómoda y holgada que permita una buena libertad de movimientos. Hay que tener en cuenta que la ropa pegada al cuerpo o ceñida muchas veces no permite una correcta circulación sanguínea.
De un tiempo a esta parte la ropa que se fabrica para senderismo y montañismo suele ser muy ligera y transpirable lo que significa que cierto tipo de fibras, como el Goretex™ permiten la evacuación de sudor pero no empaparnos con la lluvia.
El peso que llevemos cuando practicamos senderismo, sobre todo si es una salida de día entero, puede hacerse molesta. Con esa afirmación de perogrullo lo que pretendemos decir es que solo hay que llevar las cosas que realmente vamos a utilizar, de manera que todo el peso que podamos aligerar será agradecido por nuestras piernas.
Una cosa que hay que cuidar especialmente es el calzado, tal como nos señala el sitio web 14 Ochomiles. Recorrer 15 o 20 kilómetros y no hacerlo con el calzado adecuado nos puede acabar provocando verdaderos problemas, desde ampollas en los pies, hasta esguinces en los tobillos.
Por lo general si vamos a hacer senderismo nos valdrá con unas botas semirrígidas de trekking dependiendo del terreno.
También es conveniente que se trate de botas impermeables con recubrimiento de Goretex™ o algún tipo de material similar.
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